La sensación del mar en el cuerpo lo es todo. Si siente la marea en la espalda, es porque está colocado en dirección hacia el sur. Si la percibe en la cadera derecha, viene del oeste; si le golpea en la cadera izquierda, proviene del este, y si la recibe en el pecho, debe venir desde el norte. Esta es la realidad de Aitor Francesena, una de las personas ciegas que se deja llevar por el reventar de las olas sin necesidad de observarlas en el torneo de surf adaptado.
Son 30 segundos en los que es dueño de todo...