Poner rumbo al Caribe, frecuentar sus playas paradisíacas, sentir los pies descalzos en contacto con la arena dorada, sumergirse en aguas cristalinas… todo ello sin tener que renunciar al placer de jugar unos hoyos en un campo de golf de élite es probablemente lo que más se aproxima a la idea de unas vacaciones idílicas para los aficionados al golf más refinados. Y este concepto de turismo es precisamente el que Casa de Campo Resort & Villas lleva proponiendo a su selecta clientela desde hace ya medio siglo.