Además de la forzada (y a estas alturas, poco entusiasta) celebración por el Bicentenario de la Independencia, este año tenemos una conmemoración tan o más importante que dos batallas: el centenario de la despenalización de la homosexualidad en Perú, gracias a la eliminación en el Código Penal de 1924 del nefasto artículo 272. Se trata de un momento importante en la historia del país en su intento por convertirse en una nación moderna que había intentado superar no solo una guerra devastadora sino décadas de segregación.