Hace unos días me puse a reflexionar sobre el acoso callejero y cómo nos afecta a las mujeres no normativas. Yo, que nunca he sido físicamente normativa, trabajé durante dos décadas como auxiliar de vuelo. Seguro que al mencionar esas palabras todas imaginamos a mujeres altas, espigadas, convencionalmente atractivas, pero la realidad es que no todas entramos en ese canon. En muchas ocasiones, el mercado de trabajo se cerraba para nosotras, ya que una de los requisitos para acceder a las...