Apenas con siete años, un niño comienza a probar drogas porque en su hogar pareciera natural, ya que hay adutlos que consumen o venden. El hecho suena perturbador, pero no es ficción ni tampoco un caso aislado.
Por el contrario, los profesionales de los centros de rehabilitación a los que el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) envía menores de edad con adicciones, afirman que esta situación es cada vez más frecuente.
“A la hora de hacer la entrevista inicial, tenemos una gran...