Es de suponer que el ideal de la política sea la toma de decisiones correctas, hacer un uso eficiente de los recursos y crear condiciones con miras al bienestar y el desarrollo de ciudadanos y empresas.
Pero en muchas ocasiones, me queda la sensación de que la política se basa en el oportunismo reactivo, carente de un análisis real del entorno y sin previa evaluación cuantitativa y cualitativa de las necesidades de quienes conforman el Estado.
No obstante, es posible efectuar un cambio.