El Barça de Flick tiene una idea y va a morir con ella, para bien o para mal, y cuando el rival, el Borussia Dortmund, apuesta por lo mismo, el resultado es un partido de vértigo, abierto, con espacios, vibrante, en el que te expones lo mismo que el oponente, en el que todo es posible. Esta vez el que mandó en la locura fue el equipo español, que tuvo que ganar el encuentro tres veces y lo terminó haciendo con un doblete de Ferran Torres, un sustituto fantástico de Lewandowski durante la última semana.