El discurso del presidente Alberto Fernádez en el cierre del 57° Coloquio de IDEA tuvo una repercusión discreta dentro del mundo empresario.
Moderado y dentro de los parámetros "normales" que se podían esperar para la ocasión, Fernández no hizo más que volver a intentar un acercamiento hacia el sector privado, con el que el Gobierno viene teniendo idas y vueltas.
Pero la recepción que tuvo su discurso -leído, algo poco común en el mandatario- fue bastante tibia no solo mientras los empresarios lo escuchaban, sino también después.