Los han bautizado como baishe tianshi: ángeles blancos. El color se lo dan los trajes de plástico que les cubren de cabeza a pies. La condición celestial, la voluntariedad con la que ponen en riesgo sus vidas. Si fuera una jornada ordinaria, los trabajadores sanitarios de Wuhan estarían ahora en sus casas, siguiendo la costumbre de celebrar en familia el estreno del año lunar. Pero hoy es el tercer día de cuarentena en la ciudad y el coronavirus 2019-nCoV ha rebasado de nuevo el control de las autoridades.