Es habitual que las visitas de Estado tengan como primer acto en la mañana de la primera jornada un homenaje en un lugar emblemático del pasado y las raíces históricas del país al que se viaja. Es una señal de respeto normalizada en los manuales de protocolo de todos los países y esa es la razón de que la actividad de los Reyes en esta su primera mañana en Cuba -el único país que le quedaba por visitar a Felipe VI de toda Hispanoamérica- comience en la Plaza de la Revolución de La Habana con una ofrenda floral a José Martí.