«Violencia generalizada». El Gobierno de Sánchez elevó en la medianoche del martes la gravedad de su diagnóstico en torno a los disturbios provocados en las capitales catalanas por grupos radicales de independentistas. Estos actos «vandálicos» y «coordinados» en protesta por la sentencia del Supremo contra los líderes del «procés» han llevado a Moncloa a abrir la puerta a una posible intervención en esta comunidad, bien sea a través del artículo 155 o de la aplicación de la Ley de Seguridad Nacional.