VILLA CLARA, Cuba.- En el estuche de Reinaldo pueden contarse cinco estropajos metálicos, un mazo de bolígrafos y una sarta incontable de cuchillas de afeitar. En uno de los bolsillos de su maletín asoman par de audífonos con la marca incrustada de alguna aerolínea ajena para él, unas cuantas agujas de coser y una bolsita repleta de baterías triple A en sus respectivos envoltorios plastificados.
Reinaldo Castellanos acaba de cumplir los sesenta y ocho años y hace más de tres que se dedica...