Tienen el aire más limpio de España y de Europa; un paisaje dominado por la arquitectura negra, una arquitectura de pizarra que se utilizaba ya hace siglos, desde los primeros pobladores de la zona que sirve tanto de cubiertas como de muro; inmensas superficies escarpadas y montañosas, que recuerdan a Laponia o la Siberia rusa; un silencio que se percibe y que te acompaña durante todo el día apenas interrumpido y una paz que notas en cuanto traspasa las primeras estribaciones y los primeros pueblos...