A principios del 2000 me invitaron a participar en un foro sobre Lectura y ciudadanía en una escuela de San Félix, en el estado Bolívar. Eran los días de la apoteosis y celebración chavista y de una descomunal propaganda de la riqueza del “mejor país del mundo” donde la revolución iniciaba su tránsito en la construcción del nuevo hombre.
Los invitados que me antecedieron resaltaban las enormes y casi inacabadas riquezas materiales del país, que junto con sus bellezas de todo tipo, hacían...