El terremoto en Westminster continúa. Tres diputadas conservadoras presentaron ayer su dimisión para unirse al Grupo Independiente creado el lunes por varios laboristas desertores. Las protagonistas –entre las que se encuentra Anna Soubry, quien ha recibido amenazas de muerte por su discurso pro UE– explicaron que su decisión se debía a la «desastrosa» gestión del Ejecutivo ante las negociaciones del Brexit. Sin duda alguna, un jarro de agua fría para Theresa May, que ayer viajó de nuevo Bruselas...