Su interpretación era esperada precisamente porque había tenido que cancelar parte de su gira por Estados Unidos por enfermedad a principios de mes. Es decir, que si cada concierto de Yuja Wang (Pekín, 1987) ya es un espectáculo en sí mismo, el de hace unos días se convirtió en un verdadero reclamo. La noche empezó bien en el Carnegie Hall, se desarrolló “in crescendo”, a pesar de que poco tiempo antes decidió revisar el programa para adecuarlo totalmente a su gusto y acabó en... una apoteosis de bises, siete en total.