El déficit de hasta 500 controladores aéreos en México, aunado a jornadas extenuantes, falta de presupuesto y problemas en los sistemas de comunicación, pone en riesgo la seguridad de las operaciones aéreas, una situación calificada como emergencia.
“El anterior subsecretario de Transportes (Rogelio Jiménez Pons) me advirtió que lo que estaba pasando era una emergencia. Yo le dije que si nosotros decíamos eso, al otro día nos iban a perseguir. Pero ahora el diagnóstico es el mismo, una emergencia”...